Tres son los pilares del Festival: la música, la gastronomía y la naturaleza. Pero hay que añadir otra seña de identidad, no menos atractiva, como es nuestro paisaje.
En este caso, el marco incomparable de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, reconocida como un lugar de especial interés ecológico, siendo declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1984.
Debido a su biodiversidad, el estuario de Urdaibai pertenece a la “Red Natura 2000″ de la Unión Europea, constituyendo -la zona de marisma- uno de los humedales mejor conservados del sur de Europa, por lo que también figura -desde 1993- en la relación de tales espacios del Convenio Ramsar. Además está considerado como “Zona de Especial Protección para las Aves” (ZEPA), no sólo por su habitat marismeño -que supone un área de reposo y alimentación para varias especies de interés, situado en plena ruta migratoria- sino por la cercanía de la Isla de Izaro (a tan sólo una milla de costa, frente a Mundaka y Bermeo) y los acantilados del Peñón de Ogoño (dos millas hacia el Este), que albergan colonias de cría de aves marinas.
La ermita de Santa Catalina en Mundaka, situada en la entrada de la ría de Urdaibai, es un lugar de extraordinaria belleza. Durante su historia y debido a su lejanía del núcleo urbano ha tenido diversos usos como sitio de reuniones de la cofradía de pescadores y lugar de cuarentena para enfermos de epidemias, así como de polvorín para suministrar de munición a la fortificación adyacente.
La localización, la península de Santa Katalina, es un lugar emblemático e imagen reconocida de Mundaka, situada en un espacio natural único. Una joya natural en el corazón de Bizkaia con una extraordinaria diversidad paisajística y ecológica. Un festival único en un sitio único.
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