De viaje por Urdaibai (3)

La isla de Txatxarramendi

Este peñasco calizo aislado en el estuario aloja hoy un denso bosquete de encinas y sus habituales acompañantes, tales como laureles, lentiscos, aladiermos, labiérnagos, laureles, sauces, robles, espinos, arces y castaños.

Estos árboles dan cobijo a varias clases de aves pequeñas habituales este tipo de bosque cerrado: herrerillos, petirrojos, pinzones, carboneros, reyezuelos y mirlos.

Tras la foresta se cobija un edificio dedicado a la investigación pesquera (Azti-Tecnalia).

A principios del siglo XX, el aspecto de Txatxarramendi era, sin embargo, muy diferente al actual. En 1896 fue inaugurado en su cima un lujoso hotel dotado con baños de mar terapéuticos y con un salón con capacidad para mil comensales.

En este hotel se alojaron monarcas, cineastas famosos y miembros de la aristocracia europea de la época. En 1936 cerró sus puertas y en 1946 fue demolido, dejando paso al encinar, que sumió en la sombra los últimos vestigios de sus muros y escaleras.