La festividad de la Magdalena
Sobre la titularidad de la Isla de Ízaro es célebre la disputa mantenida entre la villa de Bermeo y la anteiglesia de Mundaka.
Ambas localidades han mantenido a lo largo de la historia varios enfrentamientos acerca de sus límites territoriales con el transfondo de su distinto rango, así defendía la anteiglesia de Mundaca sus derechos sobre la tierra llana sobre la que Bermeo tenía pretensiones.
Estas disputas llegaron incluso a las Juntas Generales de Gernika que consideró necesario nombrar una comisión para el establecimiento de los límites, pero ni así se arreglaron completamente las disputas. De aquellos problemas quedan pruebas en la pertenencia de la aldea de Demiku a Bermeo y la adscripción de su iglesia a la parroquia de Mundaka.
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Se acordó que la regata daría comienzo al amanecer. Se celebró y los remeros de la trainera de Bermeo salieron victoriosos a pesar de perder a uno de sus hombres que cayó al mar y pereció ahogado.
La tradición mundaquesa cuenta, sin embargo, que los bermeanos encendieron hogueras para que el gallo cantara antes, lo que les dio la ventaja necesaria para ganar la regata.
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En esta tradición, que se renueva anualmente, se asciende a la isla para colocar dos ikurriñas, la de Euskadi y la Bermeo, siendo casi el único día del año que la isla recibe visita.
La romería prosigue hasta Elantxobe donde el alcalde entrega su “makila” a la alcaldesa de Bermeo. Por la tarde salen hacia Mundaka, donde se repite la ceremonia. La fiesta finaliza en Bermeo con la llegada de la comitiva de autoridades y las embarcaciones que les acompañan.
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