lunes, 13 de mayo de 2013

Néstor Basterretxea. Forma y universo


El Museo de Bellas Artes de Bilbao acoge la exposición 'Néstor Basterretxea. Forma y Universo', que supone la retrospectiva más completa celebrada hasta la fecha de la obra del artista bermeano a la que ha acudido CEPA Erandio.
La exposición propone una revisión de casi 60 años de una intensa trayectoria creativa en los que Basterretxea ha ensayado ampliamente con multitud de técnicas y expresiones artísticas.
Más de 240 piezas, entre pinturas esculturas, proyectos arquitectónicos, mobiliario, carteles o fotografía conforman esta exposición que, propone una mirada a la vez contemporánea e histórica sobre la obra de Basterretxea y su personal interpretación de la tradición a través de los lenguajes artísticos de la vanguardia.
Con motivo de la exposición Néstor Basterretxea, el Museo ha organizado además una serie de actividades relacionadas con su personalidad artística: un ciclo de cine y documentales y un concierto de txalaparta.
Néstor Basterretxea nace el 6 de mayo de 1924 en la localidad vizcaína de Bermeo donde vive hasta 1936 año en el que, a causa de la Guerra Civil, tiene que exiliarse con su familia en Francia. Iniciada la segunda Guerra Mundial salen de Marsella hacia Buenos Aires en un viaje programado para 15 días. Sin embargo, desde Dakar son obligados a volver a Casablanca, de allí van a México, y luego a La Habana.
Finalmente consigue llegar a Buenos Aires a la edad de 18 años, donde inicia su actividad artística como dibujante publicitario. Posteriormente, y de forma autodidacta, se convierte en pintor y recibe en el Salón Nacional de Buenos Aires de 1949 el Premio Único a Extranjeros. Un año más tarde realiza su primera exposición individual en la sala Peuser.
Regresa a su país y rápidamente participa en las propuestas de vanguardia que, en ese momento, se estaban gestando. En 1952 gana el concurso para realizar los murales de la cripta de la basílica de Arantzazu en Oñati (Gipuzkoa). Los once murales realizados serán borrados tras la orden de suspensión de las obras decretada por la Iglesia en junio de 1955 por considerarlos poco apropiados para la devoción cristiana. En 1984 pinta de nuevo la cripta, realizando en esta ocasión siete murales más, lo que hace un total de dieciocho paneles.
Tras la etapa de Arantzazu, en 1958 se traslada a Irún (Gipuzkoa) junto con Jorge Oteiza, y se inicia en la escultura y el diseño, mientras trabaja en su fábrica de muebles como medio de vida. En este año se incorpora al Equipo 57 y colabora con el Equipo Forma en Barcelona. La década de los 60 supone su reconocimiento artístico. En 1961 es seleccionado como único escultor para representar a España en la VI Bienal de Sao Paulo (Brasil) y en 1962 participa en diferentes muestras internacionales de vanguardia. Con Amable Arias, Eduardo Chillida, Remigio Mendiburu, Jorge Oteiza, Rafael Ruiz Balerdi, José Antonio Sistiaga y José Luis Zumeta crea el Grupo Gaur en 1966.
A partir de 1965 inicia su actividad en el ámbito cinematográfico. En colaboración con Fernando Larruquert realiza los cortometrajes "Alquezar" y "Pelotari", premio nacional de cinematografía de ese mismo año y, más tarde el largometraje "Ama Lur" que, en 1968, se presenta en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián donde obtiene el premio Ateneo Guipuzcoano.
A comienzos de los años 70 se traslada a Hondarribia donde instala definitivamente su taller en el caserío Iturmendieta. Es en este momento cuando inicia la "Serie Cosmogónica Vasca", dieciocho imágenes realizadas en madera e inspiradas en la mitología vasca, obra emblemática dentro de su producción.
Considerado uno de los principales renovadores de la escultura vasca, su momento de mayor esplendor coincide con los años 80 cuando ejerce como asesor artístico del Gobierno Vasco y lleva a cabo un importante número de esculturas monumentales como la realizada en 1983 para el Salón de Sesiones del Parlamento Vasco, en 1987 la "Paloma de la Paz" que posteriormente quedará instalada en el barrio de Amara de la capital guipuzcoana, y en 1993 la estela funeraria ante la ermita de Tabira en Durango (Bizkaia) o la enorme escultura de hormigón para la presa de Arriaran en Beasain (Gipuzkoa). En la actualidad tiene ochenta y cinco esculturas en lugares públicos, y aunque su mayoría están en el País Vasco, algunas otras pueblan desde Cataluña y Canarias hasta Estados Unidos, Argentina y Chile.
A lo largo de toda su trayectoria Nestor Basterretxea ha buscado la creación de un arte integral, ha trabajado no sólo como escultor y pintor sino también como grabador, fotógrafo, diseñador industrial, realizador de cine y escritor.
Recibe el premio Eusko Ikaskuntza-Caja Laboral de Humanidades, Cultura, Artes y Ciencias Sociales 2005 por su aportación al desarrollo y reconocimiento internacional del Arte Vasco, y la distinción "Lan Onari" del Gobierno Vasco y, en 2008, la Universidad del País Vasco le concede la Insignia de Plata por su aportación al arte.

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