En la capital, San Sebastián de la Gomera, hay monumentos referentes a este histórico viaje, como la Torre del Conde o el Pozo de la Aguada, donde repostaron el agua las embarcaciones para la histórica expedición. Se vista el Parque Nacional, que fue declarado patrimonio de la humanidad por Unesco en el año 1986 y que acoge una importante reserva de bosque de laurisilva. Dicha formación vegetal subtropical está formada por una gran variedad de árboles que conservan sus hojas durante todo el año gracias a la alta humedad y a las suaves temperaturas. Este bosque, considerado una reliquia viviente, cubrió la cuenca del mediterráneo durante el terciario, y desapareció casi en su totalidad con las sucesivas glaciaciones.
En Garajonay se pueden encontrar fayas, brezos, laureles y helechos, que presentan endemismos típicos del desarrollo en un entorno aislado y benigno. La zona se ve afectada por los vientos alisios, generando el llamado mar de nubes, por lo que la condensación del vapor de agua en las hojas de los árboles (lluvia horizontal) eleva de manera considerable la cantidad de agua en el terreno. El parque puede recorrerse fácilmente gracias a los numerosos senderos que lo atraviesan.Durante el viaje, a través de profundos barrancos, se ven lo que se denominan roques. Estas formaciones son de material procedente de una erupción que se solidificó lentamente obstruyendo la salida entre rocas basálticas. Uno de ellos es el de Agando.
Entre toda esta belleza natural y una orografía escarpada, los pobladores de la isla ingeniaron para comunicarse un idioma único en el mundo, el Silbo Gomero, con el que son capaces de transmitir su mensaje a kilómetros de distancia con una facilidad asombrosa. Ha sido declarado Patrimonio Oral, Cultural e Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2009.Además, han desarrollado una técnica para extraer la sabia de una de palmera autóctona, que a través de la cocción, se transforma en la miel de palma o sirope de palma.