domingo, 5 de diciembre de 2021

Monasterio de La Oliva

 Es uno de los tres monasterios que se conservan en el sur de Navarra. Aquí vive una comunidad de monjes cistercienses que se dedica a rezar y trabajar en el campo, tanto en los viñedos como en la bodega. En este oasis de paz y tranquilidad, construido en los siglos XII y XIII, se puede disfrutar del arte cisterciense más genuino de España, el bellísimo claustro gótico, la sala capitular, la iglesia de Santa María (s. XII-XIII) que combina elementos góticos y románicos y en el exterior, rodeada por un sencillo huerto, la capilla de San Jesucristo como si fuera una pequeña ermita. 

La Oliva conoció su máximo esplendor durante la Edad Media, época en la que gozó de muchas posesiones y rentas saneadas. El monasterio fue abandonado en el s. XIX a consecuencia del saqueo que sufrió durante la guerra de la Independencia por parte francesa, y a la Desamortización de Mendizabal de 1835, pero en 1926 se reanudó la vida monástica. 

Situado a dos kilómetros de Carcastillo, a orillas del río Aragón y en medio de una explanada sin apenas vegetación, se levanta el complejo de edificios medievales que forman el monasterio cisterciense de La Oliva. Su nombre tiene mucho de leyenda ya que, según cuenta la tradición popular, un rey navarro, en su lucha contra los árabes, resultó herido y fue a morir al pie de un acebuche. En el lugar del olivo silvestre se construyó el monasterio de La Oliva, fundado en 1149 por la orden del Císter. La entrada se realiza bajo un profundo arco apuntado a cuyos lados se conservan restos de la antigua muralla del siglo XII.

Además de la riqueza artística, existe la oportunidad de asistir diariamente, a las liturgias cantadas por los monjes, las cuales se celebran a las 4:30 (Rezos); 7:00 (Eucaristía); 8:15 (Tercia); 12:45 (Sexta); 15:10 (Dona); 18:30 (Vísperas) y 20:45 (Completas y Salve).

El monasterio cuenta con hospedería en la que puede alojarse cualquier visitante. 

Dispone también de viñedos y bodegas bajo la marca Monasterio de La Oliva que comercializa vinos tintos (reserva, crianza y jóvenes), rosado, vino de licor y vino para celebrar misa. Todos, salvo el licor, están amparados por la Denominación Origen Navarra y pueden adquirirse en la tienda del monasterio.









miércoles, 1 de diciembre de 2021

Olite

La ciudad de Olite, cabeza de la merindad del mismo nombre, se encuentra en el centro geográfico de Navarra y posee uno de los conjuntos monumentales más impresionantes de la Comunidad. Las primeras noticias de Olite datan de la época romana, pero es a partir de la concesión del fuero de Estella en 1147, cuando la población experimentó un importante crecimiento y se construyeron las torres medievales defensivas.

Las calles de la cuidad poseen un aire medieval y expresivos nombres de la época. Rúa de la Judería, en alusión a la importante colonia judía que vivió en la ciudad; Rúa de la Tafurería, donde se situaba la casa del juego; Rincón de los Racioneros; Rúa de la Tesendería… y así una larga lista de términos que reflejan los oficios y la vida de las gentes del Olite medieval.

Desde el siglo XIII, Olite fue una de las sedes reales para los reyes navarros y fue Carlos III el Noble (1337-1425) quien la eligió como residencia. De aquella época de gloria queda como testigo el Palacio Real de Olite, declarado monumento nacional en 1925.

Qué visitar en Olite

1 Palacio Real

2 Palacio Viejo (actual Parador Nacional)

3 Iglesia de Santa María

4 Torre del Chapitel

5 Galerías Medievales

6 Convento de San Francisco


Palacio Real

El Palacio Nuevo se construye a comienzos del s. XV, obras impulsadas por el Rey de Navarra Carlos III el Noble y su esposa Doña Leonor de Trastámara, y está formado por un espectacular conjunto de patios, estancias, fosos y jardines, rematados por numerosas y pintorescas torres a las que también se puede acceder.

Según testimonios escritos dejados por ilustres viajeros medievales, fue uno de los palacios más lujosos de Europa en su época, disponiendo de jardines colgantes, agua corriente, lujosa decoración e incluso animales exóticos como leones o camellos.

En 1813, el Palacio sufrió un devastador incendio que lo redujo a ruinas, pero a principios del siglo XX fue salvado de la desaparición total, comenzando las obras de restauración y reconstrucción en los años cuarenta.

A día de hoy, es el monumento medieval más importante de Navarra, fiel reflejo del esplendor que disfrutó este viejo reino hace seiscientos años.

Palacio Viejo

Es la parte más antigua del castillo-palacio, hoy parador de turismo, que se encuentra en la Plaza de Los Teobaldos.

Iglesia de Santa María

Junto al palacio se levanta la iglesia de Santa María, un bello edificio gótico con una exuberante portada formada por ocho arquivoltas y un tímpano.

Torre del Chapitel

La Torre del Chapitel o del reloj en principio fue construida como un puesto de control de productos. Se llama también Torre del Reloj porque en su parte superior albergó en el siglo XIV el primer reloj de campana de la Península.

Galerías medievales

Bajo el suelo de la plaza, se encuentran dos galerías medievales subterráneas paralelas. Se desconoce la finalidad con la que fueron construidas.

Convento de San Francisco 

Se encuentra extramuros. Cuenta la leyenda que el convento de San Francisco fue fundado por San Francisco de Asís, que se había detenido en Olite camino de Santiago de Compostela.












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Antes de ir al aeropuerto de Christchurch, donde finalizamos este fantástico viaje por Nueva Zelanda, nos dirigimos a Akaroa. El puerto de A...