La Biblioteca Foral acoge hasta el 14 de septiembre una exposición que recopila más de medio centenar de ilustraciones realizadas por Miguel de Unamuno. La muestra producida por la Universidad de Salamanca cuenta con tres comisarios: Ana Chaguaceda Toledano, Miguel Angel Jaramillo y Alberto Martín Expósito.
Miguel de Unamuno nació en Bilbao el 29 de septiembre de 1864. Sus primeros estudios los realizó aquí, donde se inició también en el dibujo que abandonó por no dominar la técnica del color. En 1880 se traslada a Madrid para cursar la carrera de Filosofía y Letras en la Universidad de Madrid, hoy Universidad Complutense, y en 1891 consigue la cátedra de griego en la Universidad de Salamanca, ciudad a la que se traslada con su familia. Diez años más tarde es nombrado rector de esta Universidad.
Hombre tremendamente inquieto, cultivó gran variedad de géneros literarios como la novela, el ensayo, el teatro y la poesía. Mantuvo relaciones con numerosos pensadores y creadores de su época: Rubén Darío, Ortega y Gasset, Manuel y Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Pío Baroja, Zuloaga, Azorín, Maeztu… Tras una azarosa y controvertida vida, Unamuno murió el 31 de diciembre de 1936, en su casa de Salamanca.
Según los organizadores, Miguel de Unamuno tuvo una relación constante con el dibujo a lo largo de toda su vida. Prueba de ello son los más de dos centenares de ilustraciones que se conservan en su archivo, a los que habría que sumar aquellos que entregó a sus amigos, muchas veces retratos que incluso llegaron a ser publicados. Se trata de unos documentos conocidos pero probablemente no valorados en su justa medida, aquella que debe tener en cuenta no tanto su calidad artística como su significado, su empleo para intentar conocer plenamente al personaje.
Unamuno dibujó aquello que le era más cercano, lo que puede notarse en la presencia de su familia y de él mismo, ya que se conservan sus autorretratos, además de los rostros de sus hijos y su esposa. En la misma línea plasmó el mundo animal –perros, cerdos, toros, etc…–, la arquitectura que le rodeaba y tiene también algunos dibujos de temática religiosa, que destacan por el detalle y cuidado que pone en la cara de Jesucristo o la carga simbólica de las representaciones de la cruz.
La exposición se cierra con algunas curiosidades científicas e incluso una tabla de gimnasia, muestra de la diversidad de intereses del filósofo, que casi nunca utilizó estos dibujos para completar sus propias obras, excepto en unos pocos casos con los que finaliza la muestra.
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