León, lugar clave en el camino de Santiago, es una referencia turística para los nuevos viajeros del siglo XXI. El premiado Museo de Arte Contemporáneo (MUSAC) es el faro que alumbra la regeneración turística de la ciudad de la Pulchra leonina.
Si la Catedral gótica y el románico de la Colegiata de San Isidoro son los estilos de referencia, las exposiciones de artistas contemporáneos nos sumergen en las tendencias artísticas actuales.
Pero en León también existen otros lugares atractivos para el turismo como el Hostal San Marcos, con fachada plateresca. Entre sus muros estuvo preso Francisco de Quevedo en 1639, acusado de espía por el Conde-Duque de Olivares. Cerca de aquí están el edificio de espejos de la Junta de Castilla y León y la fachada blanca del Auditorio. Además podemos visitar el nuevo Museo de León (antiguo edifico Pallarés), la Casa Botines, la plaza del Grano, la muralla, el parque de Quevedo o la carretera de Los Cubos.
Julio Llamazares, escritor leonés, en el libro "El entierro de Genarín", nos relata una de las tradiciones más corrosivas de la ciudad, el vía crucis apócrifo, que se celebra todas las noches de Jueves Santo en memoria y honor de un inefable pellejero que murió atropellado por el primer camión de la limpieza de León en 1929, cuando, completamente borracho, "atendía a necesidades perentorias al arrimo de la muralla".
Llama la atención, en beneficio del ciudadano, la peatonalización del centro de la ciudad que desde calle Ancha se extiende hacia el Barrio Húmedo, donde podemos degustar en sus numerosas tabernas la cecina leonesa y saborear los vinos de El Bierzo.
Si la Catedral gótica y el románico de la Colegiata de San Isidoro son los estilos de referencia, las exposiciones de artistas contemporáneos nos sumergen en las tendencias artísticas actuales.
Pero en León también existen otros lugares atractivos para el turismo como el Hostal San Marcos, con fachada plateresca. Entre sus muros estuvo preso Francisco de Quevedo en 1639, acusado de espía por el Conde-Duque de Olivares. Cerca de aquí están el edificio de espejos de la Junta de Castilla y León y la fachada blanca del Auditorio. Además podemos visitar el nuevo Museo de León (antiguo edifico Pallarés), la Casa Botines, la plaza del Grano, la muralla, el parque de Quevedo o la carretera de Los Cubos.
Julio Llamazares, escritor leonés, en el libro "El entierro de Genarín", nos relata una de las tradiciones más corrosivas de la ciudad, el vía crucis apócrifo, que se celebra todas las noches de Jueves Santo en memoria y honor de un inefable pellejero que murió atropellado por el primer camión de la limpieza de León en 1929, cuando, completamente borracho, "atendía a necesidades perentorias al arrimo de la muralla".
Llama la atención, en beneficio del ciudadano, la peatonalización del centro de la ciudad que desde calle Ancha se extiende hacia el Barrio Húmedo, donde podemos degustar en sus numerosas tabernas la cecina leonesa y saborear los vinos de El Bierzo.