sábado, 31 de agosto de 2013

A Gaztelugatxe en tres pasos



De viaje por Urdaibai (18)

A Gaztelugatxe en tres pasos
En esta ocasión el recorrido comienza en Bermeo. En esta localidad existe una leyenda que dice que san Juan, tras desembarcar en este puerto, llegó en tres pasos hasta la ermita de san Juan de Gaztelugatxe. Aunque haremos ese mismo recorrido, tendremos que andar un poco más.
La ruta inicia en el casco viejo bermeano, concretamente en el arco de san Juan, única puerta de acceso de la antigua muralla del s. XVI que queda en pie. Aquí si nos fijamos veremos en el suelo la primera huella de san Juan. Caminaremos en dirección al cementerio y tras pasar junto al instituto llegaremos al barrio de Arene, lugar donde se halla la segunda huella junto al caserío Itsasalde, justo antes de llegar a la fuente.
La tercera huella se encontraba en el alto de Burgoa. Pero por haber caído en desuso el camino tradicional que conducía a la ermita, se había perdido esta huella que fue reencontrada en 1981 y colocada el año siguiente al llegar al último escalón de acceso a la ermita. Esta huella es además la más interesante, porque además de apreciarse con nitidez la huella, podemos leer la inscripción "SAN JUAN", que alguien escribió con un cincel.
Para respetar la sucesión de tres pasos, el año 1982 se colocó una huella nueva junto a la carretera actual que va de Bermeo a Bakio, cerca del caserío Ermu.
En este barrio de Arene, en la curva antes de llegar a Gibele, al lado del caserío Aramburu, dejaremos la carretera que une Bermeo con Bakio y empezaremos a subir por la carretera vecinal a nuestra izquierda. Poco después nos encontraremos con una señal PR BI-179 en madera y con una indicación hacia “Santacruz” que nos hará girar a la derecha y subir entre pinos por un burdibide.
Siguiendo este repecho nos encontraremos con una gran cruz de piedra (año 1887). Este tipo de monumentos, que se ubican en los cruces de caminos, son lugares especiales en viajes y peregrinaciones.
Seguiremos subiendo, siguiendo siempre la referencia de las marcas del PR, para salir a la carretera vecinal del barrio de Santakruz.
En esta ocasión, con motivo de la festividad de san Juan Degollado el jueves 29 de agosto, acuden los de Bakio a la ermita. Se conmemora el martirio del santo. También asisten los del ayuntamiento de Bermeo, para proceder a levantar acta de las últimas novedades del año, reiterando así la soberanía del peñón.
Veremos que el camino asfaltado termina a unos metros del caserío Martikorena y volveremos a ver otra flecha indicándonos el camino a seguir. Subiremos primero entre eucaliptos para poco después seguir la ascensión entre pinos y salir a un rellano con cruce caminos.
En este lugar nos volveremos a encontrar con unas flechas informándonos tanto el paso del GR 98 por este punto, como del paso de nuestro PR (blanco y amarillo). Para continuar deberemos tomar el camino a nuestra derecha y seguir subiendo por una amplia pista. Al llegar al alto nos sorprenderán las laderas de llenas de argomas de flores amarillas, brezos color púrpura y zarzas con deliciosas moras y las espléndidas vistas hacia Bakio y el mar Cantábrico.
Pasando primero por unos postes de electricidad y más tarde junto a una antena de telefonía móvil comenzaremos a descender hasta una de las joyas del románico en Bizkaia, la ermita de san Pelayo (s. XII).
Después de esta ermita ya no nos quedará mucho para acabar con nuestra ruta. Pasaremos junto al pequeño cementerio a nuestra derecha y bajaremos a la nueva carretera, que une Bakio con Bermeo. Cruzaremos la calzada y nos dirigiremos a la entrada del restaurante Eneperi para tomar el camino a la derecha en un agradable descenso rodeado de vegetación verde. Durante la bajada veremos la imagen del peñón de Gaztelugatxe, culminado por la pequeña ermita de san Juan.
Una vez que nos encontremos en el camino asfaltado cruzaremos por el puente de piedra de dos ojos y el olor a salitre nos acompañará durante la subida de los 231 escalones de piedra hacia la cima del peñón, aunque la tradición sostiene que antes había tantos peldaños como días tiene el año. Es aquí, en lo alto, donde podemos ver la tercera y última huella de san Juan, además de unas impresionantes vistas sobre todo el entorno declarado biotopo protegido.
Nada más llegar a la ermita es costumbre tocar la campana y pedir un deseo, formándose colas de peregrinos que la hacen sonar durante toda la jornada festiva. Los romeros oyen misa y antes de marcharse adquieren escapularios de san Juan que se venden el pórtico de la iglesia.
También existían costumbres en las que se pedían favores a la imagen de Santa Ana con la Virgen y el Niño aquellos que no podían tener descendencia, dejándole ropitas de niño a la misma imagen.
A San Juan Degollado se le pedía para la curación de los dolores de cabeza y se dejaba en la ermita algún objeto que hiciese referencia a la cabeza, así los hombres una txapela, las mujeres un alfiler, etc.
Se recurría a San Juan Bautista para que ahuyentara las pesadillas. Los afectados de tartamudez le ofrecían todo el dinero que podía encerrar en el puño. Los que sufrían los callos posaban sus pies en las piedras talladas.
Los arrantzales de Bermeo, cuando van a bonito, se acercan a San Juan y dan tres vueltas para tener suerte, así como la bendición o “bautizo” de las nuevas embarcaciones de Bermeo.
Además de historias de nobles vizcaínos, existen leyendas que lo relacionan con los templarios, de piratas o de los herejes de La Rochele que incendiaron la ermita, pero el último incendio intencionado de la ermita ocurrió el día 10 de octubre de 1978, de la que únicamente quedaron las cuatro paredes. La cabeza de san Juan apareció arrojada y deteriorada en las peñas. Fue trasladada para su custodia, al convento de los PP. Franciscanos de Bermeo hasta ser reconstruida por los fieles bermeanos y reinaugurada la ermita el 24 de Junio de 1980.
Se celebran también en este santuario otras dos fiestas más con romerías:
El 24 de Junio, festividad de San Juan Bautista, acuden los de Bermeo. Se celebra una tradicional romería, donde gentes de los alrededores, sobre todo de Bermeo, acuden en peregrinación a pie a la ermita en cumplimiento de promesas realizadas o dando las gracias al santo. También se realiza una ofrenda floral a la imagen de la Virgen, sumergida en las profundidades del mar, bajo uno de los arcos naturales que emergen al pie de este fantástico islote.
El 31 de Julio, festividad de san Ignacio de Loyola, una nueva romería se dirige hasta Gaztelugatxe. En esta ocasión sale de madrugada desde Arrieta, portando en procesión, una imagen de la virgen y recorriendo a pie el monte Sollube hasta llegar a la ermita románica de san Pelayo, desde donde bajan hasta san Juan.
Antiguamente el día Viernes Santo, se acudía en procesión desde la ermita de san Pelayo de Bakio rezando el Vía Crucis.

lunes, 26 de agosto de 2013

El estuario del río Oka en Urdaibai



De viaje por Urdaibai (17)

 El estuario del río Oka en Urdaibai

El estuario y las marismas de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai constituyen la zona húmeda más importante del País Vasco. En la desembocadura del río Oka se mezclan las aguas dulces del río con las aguas salobres del Cantábrico que la marea introduce en cada uno de los ciclos, así la naturaleza crea uno de los ecosistemas más ricos y productivos de la tierra.
La salida comienza en el puente de Rentería en Gernika, así como el GR-98, donde el popular paseo del corte de la ría, una canalización realizada a principios de s. XX, nos llevará durante 5 Km. hasta tomar un sendero por la muna en dirección a Murueta.
Habremos dejado atrás el campo de futbol y la depuradora de aguas. El camino discurre recto entre tamarindos, fresnos, sauces, robles, juncos y carrizos por el cauce del río Oka. Intercalados con ellos surgen zonas de pasto y cultivos. Durante el paseo veremos pasar el tren a nuestra izquierda.
Esta zona es de un gran valor naturalístico por lo que se emplea para el anillamiento de aves durante la época de las migraciones. De los resultados obtenidos de las investigaciones se llevan a cabo las estrategias de conservación y gestión de los humedales.
El cormorán, el martín pescador, la gallineta, el ánade real, la lavandera, el carricero, el andarríos o los reyeuelos emplean las marismas como lugar de descanso o de nidificación. Urdaibai Bird Center lleva un proyecto de cajas-nido durante la emporada de cría para carboneros comunes y herrerillos.
Además en esta cuenca nos encontramos con el acuífero de Gernika que se alimenta a partir del agua infiltrada en la tierra procedente del río Oka y sus afluentes. Es el único acuífero en el País Vasco en el que se ha aprobado un perímetro de protección.
Las actividades y creencias humanas en torno al estuario nos han dejado una importante herencia cultural y memoria acumulada en los ecosistemas. Los caseríos, las ermitas, los yacimientos arqueológicos o los molinos de mareas, son algunos de los elementos de este patrimonio.
Pero no siempre el estuario ha tenido este aspecto, ya que a partir del s. XIX la desecación de las marismas y la construcción del canal y la vía férrea contribuyeron a  reducir la funcionalidad ecológica del estuario. Pero, según los datos históricos, al menos desde el s. XVI, las marismas fueron explotadas comunalmente por los vecinos para usos ganaderos y agrícolas y también para usos complementarios como la caza, la pesca y el marisqueo.
Al llegar a la altura de Murueta veremos la antigua fábrica de tejas de Murueta de la que se mantiene su chimenea y parte de la estructura. En las instalaciones de la “Tejera” no solo se fabricaban tejas sino que también se abarcó otros materiales relacionados con la industria de la construcción: ladrillos, tubos… Hoy en día es uno de los mejores testimonios del Patrimonio Histórico Industrial.
En este punto, una opción es atravesar el apeadero de la tejera y seguir hacia el barrio de Goierria.
La otra es seguir por el sendero de la marisma junto a los rústicos embarcaderos de madera camino de San Cristóbal. El sendero nos permite observar por un lado la inmensidad de la marisma y por otro, ver cómo platea el lomo de los mubles y lubinetas. Atravesamos las vías y nos encaminamos por un pequeño bosquecillo con matorrales y zarzas, de las que cuelgan unas deliciosas moras, hacia Murueta.
En Busturia, a la altura del bar Crispín giramos a la derecha y tomamos dirección hacia el paseo de los tradicionales emparrados de txakoli y la histórica Torre de Madariaga, actualmente sede del Centro de Biodiversidad de Euskadi, y el reloj de Amunategui.
Quien se acerque hasta estos parajes disfrutará de unas excelentes vistas sobre la ría.
El camino, que continúa por las antiguas colonias de Sukarrieta, pasa por el mirador de Portuondo hasta terminar en Mundaka.
El estuario y las marismas de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai constituyen la zona húmeda más importante del País Vasco. A su gran valor paisajístico se une su importante valor ecológico reconocido internacionalmente: Zona ZEPA (Zona de Especial Protección para Aves), Convenio RAMSAR, Red Natura 2000, Zona IBA, etc.
Su localización estratégica en pleno Golfo de Bizkaia hace de este enclave paso obligado para gran cantidad de aves acuáticas migratorias (espátulas, archibebes, garcetas, ánades, correlimos, zarapitos) procedentes del norte de Europa siendo para gran parte de ellas un importante área de invernada.



sábado, 17 de agosto de 2013

Flan de huevo

Aquí os dejo la receta (facilitada por Miren O.) de flan de huevo para que disfrutéis de un sencillo postre.


Flan de huevo en olla exprés

Ingredientes
3 huevos
5 cucharadas soperas de azúcar
5 medidas de molde de leche entera
Caramelo
5 moldes
Cazo
Olla exprés

Preparación
- Echar el caramelo en los 5 moldees.
Poner a calentar en el cazo las cinco medidas de leche. Echar el azúcar en la leche.
Batir los dos huevos y añadirlos a la leche caliente del cazo, para que cuaje todo. Retiramos del fuego y remover todo en el cazo.
Poner la mezcla en los moldes.
En la olla a presión ponemos dos dedos de agua, introducimos los cinco moldes y cerramos. Una vez que empiece a salir la segunda raya, lo mantenemos al fuego durante 4 minutos (bajar la intensidad del fuego para que no suba el ruido del vapor).
Retiramos la olla del fuego y dejamos que pierda presión a su ritmo; entonces sacamos los moldes, y cuando alcance una temperatura ambiente, los metemos en el frigorífico. 
Fácil, ¿no? Ánimo pues.

De Mundaka a Elantxobe



De viaje por Urdaibai (16)

De Mundaka a Elantxobe

En esta ocasión salimos desde Mundaka hacia la playa de Laida en la embarcación que cruza a diario la ría de Urdaibai, uno de los enclaves naturales más valiosos de Bizkaia. La ría despierta entre perezosas nieblas y una pequeña bandada de chillonas gaviotas nos acompaña durante el trayecto hasta el arenal.
Los viajeros habituales comentan las incidencias del día anterior durante el trayecto hasta que desembarcamos. En algún momento me ha parecido estar en otro tiempo, cuando las pequeñas txalupas subían con sus transportes hasta Gernika.
La mañana ha despejado cuando empiezo a subir hacia el barrio de Antzoras. Desde un pequeño mirador sobre la playa veo enfrente Mundaka, a la derecha la isla de Ízaro y a mis pies el sistema dunar de Laida.
En la zona de la playa de Laida que queda por encina de los movimientos de la marea existe un sistema dunar, actualmente en proceso de regeneración desde 1999 (el original despareció alrededor de los años 60), que funciona como almacén temporal de sedimentos, evita la erosión de la playa y alberga una enorme variedad de especies de gran importancia ambiental. La vegetación existente fija la arena y ayuda a la estabilidad de la playa. Sin embargo, todos los ambientes dunares del Cantábrico están en recesión, según los expertos, por el cambio climático y el aumento de la frecuencia e intensidad de los temporales.
En la desembocadura del río Oka de la denominada ría de Mundaka se mezclan las aguas dulces del río con las aguas saladas que la marea introduce en cada uno de los ciclos, así la naturaleza crea uno de los ecosistemas más ricos y productivos de la tierra.
La titularidad de la isla de Ízaro fue motivo de disputa entre Mundaka y Bermeo que quedó resuelta con la victoria en una regata por parte de la trainera bermeana. Desde aquí se ven todavía los muros del monasterio franciscano fundado en 1422. Tras tres siglos de supervivencia en tan inhóspito lugar, que recibió visitas tanto de personajes ilustres como de corsarios, la comunidad monacal lo abandonó trasladándose a Forua. Ahora centenares de gaviotas tienen allí sus nidos y en invierno es lugar de descanso para muchas otras aves.
Pero toda la ría supone un refugio ideal para las aves acuáticas en su proceso migratorio entre el norte de Europa y África. El cormorán, la garza real, el martín pescador, el zarapito, el colimbro grande, el paíño común, la gaviota y la espátula son sus más asiduos visitantes, que utilizan las marismas como lugar de descanso e invernada.
En el medio terrestre, destacan el zorro, el jabalí, el corzo, la garduña, el erizo y la gineta.
Seguimos el camino, pero nos desviamos a mano derecha hacia Gametxo. Desde aquí disfrutaremos de unas preciosas vistas sobre todo el estuario. A continuación y en dirección hacia el barrio de Akorda, entraremos en uno de los ecosistemas más singulares y frágiles de Urdaibai: el encinar cantábrico. Cubre extensas superficies de sus montes costeros. Aunque la encina es la especie dominante, también se dan el madroño, el laurel, el castaño, el eucalipto, el pino y diversas enredaderas y trepadoras que forman un sotobosque muy cerrado. Tradicionalmente estos bosques han sido aprovechados para leña y la producción de carbón vegetal. Pero en la actualidad estas labores se han abandonado.
Al llegar a Akorda suenan las campanas del reloj de la iglesia parroquial que marcan las once la mañana. Tomamos un pequeño refrigerio y seguimos la carretera descendente hacia Ibarrengelu. Una vez en el cruce giraremos hacia la izquierda en dirección a la Laga, pero a la altura del depósito de aguas cogeremos una desviación hacia la derecha que nos lleva hacia el cementerio de Elantxobe.
Después de una exigente ascensión entre pinos y eucaliptos por un camino de cemento, la vista hacia el mar y a Ogoño nos compensa del esfuerzo realizado. En días claros se divisa la costa guipuzcoana.
Tras el descanso reglamentario, el aroma a salitre nos conduce entre calles empedradas hacia el puerto donde tomamos un relajante baño en su piscina de agua salada.

Nueva Zelanda. Isla Sur (11)

Antes de ir al aeropuerto de Christchurch, donde finalizamos este fantástico viaje por Nueva Zelanda, nos dirigimos a Akaroa. El puerto de A...