De viaje por Urdaibai (18)
A Gaztelugatxe en tres pasos
En esta ocasión el recorrido comienza en
Bermeo. En esta localidad existe una leyenda que dice que san Juan, tras
desembarcar en este puerto, llegó en tres pasos hasta la ermita de san Juan de
Gaztelugatxe. Aunque haremos ese mismo recorrido, tendremos que andar un poco
más.
La ruta inicia en el casco viejo bermeano,
concretamente en el arco de san Juan, única puerta de acceso de la antigua
muralla del s. XVI que queda en pie. Aquí si nos fijamos veremos en el suelo la
primera huella de san Juan. Caminaremos en dirección al cementerio y tras pasar
junto al instituto llegaremos al barrio de Arene, lugar donde se halla la
segunda huella junto al caserío Itsasalde, justo antes de llegar a la fuente.
La
tercera huella se encontraba en el alto de Burgoa. Pero por haber caído en
desuso el camino tradicional que conducía a la ermita, se había perdido esta
huella que fue reencontrada en 1981 y colocada el año siguiente al llegar al
último escalón de acceso a la ermita. Esta huella es además la más interesante,
porque además de apreciarse con nitidez la huella, podemos leer la inscripción
"SAN JUAN", que alguien escribió con un cincel.
Para
respetar la sucesión de tres pasos, el año 1982 se colocó una huella nueva
junto a la carretera actual que va de Bermeo a Bakio, cerca del caserío Ermu.
En este barrio de Arene, en la curva antes de
llegar a Gibele, al lado del caserío Aramburu, dejaremos la carretera que une
Bermeo con Bakio y empezaremos a subir por la carretera vecinal a nuestra
izquierda. Poco después nos encontraremos con una señal PR BI-179 en madera y con
una indicación hacia “Santacruz” que nos hará girar a la derecha y subir entre
pinos por un burdibide.
Siguiendo este repecho nos encontraremos con
una gran cruz de piedra (año 1887). Este tipo de monumentos, que se ubican en
los cruces de caminos, son lugares especiales en viajes y peregrinaciones.
Seguiremos subiendo, siguiendo siempre la
referencia de las marcas del PR, para salir a la carretera vecinal del barrio
de Santakruz.
En esta ocasión, con motivo de la festividad
de san Juan Degollado el jueves 29 de agosto, acuden los de Bakio a la ermita.
Se conmemora el martirio del santo. También asisten los del ayuntamiento de Bermeo,
para proceder a levantar acta de las últimas novedades del año, reiterando así
la soberanía del peñón.
Veremos que el camino asfaltado termina a unos
metros del caserío Martikorena y volveremos a ver otra flecha indicándonos el
camino a seguir. Subiremos primero entre eucaliptos para poco después seguir la
ascensión entre pinos y salir a un rellano con cruce caminos.
En este lugar nos volveremos a encontrar con
unas flechas informándonos tanto el paso del GR 98 por este punto, como del
paso de nuestro PR (blanco y amarillo). Para continuar deberemos tomar el
camino a nuestra derecha y seguir subiendo por una amplia pista. Al llegar al
alto nos sorprenderán las laderas de llenas de argomas de flores amarillas, brezos
color púrpura y zarzas con deliciosas moras y las espléndidas vistas hacia
Bakio y el mar Cantábrico.
Pasando primero por unos postes de
electricidad y más tarde junto a una antena de telefonía móvil comenzaremos a
descender hasta una de las joyas del románico en Bizkaia, la ermita de san
Pelayo (s. XII).
Después de esta ermita ya no nos quedará mucho
para acabar con nuestra ruta. Pasaremos junto al pequeño cementerio a nuestra
derecha y bajaremos a la nueva carretera, que une Bakio con Bermeo. Cruzaremos
la calzada y nos dirigiremos a la entrada del restaurante Eneperi para tomar el
camino a la derecha en un agradable descenso rodeado de vegetación verde. Durante
la bajada veremos la imagen del peñón de Gaztelugatxe, culminado por la pequeña
ermita de san Juan.
Una vez que nos encontremos en el camino
asfaltado cruzaremos por el puente de piedra de dos ojos y el olor a salitre
nos acompañará durante la subida de los 231 escalones de piedra hacia la cima
del peñón, aunque la tradición sostiene que antes había tantos peldaños como
días tiene el año. Es aquí, en lo alto, donde podemos ver la tercera y última
huella de san Juan, además de unas impresionantes vistas sobre todo el entorno
declarado biotopo protegido.
Nada más llegar a la ermita es costumbre tocar
la campana y pedir un deseo, formándose colas de peregrinos que la hacen sonar
durante toda la jornada festiva. Los romeros oyen misa y antes de marcharse
adquieren escapularios de san Juan que se venden el pórtico de la iglesia.
También existían costumbres en las que se
pedían favores a la imagen de Santa Ana con la Virgen y el Niño aquellos que no
podían tener descendencia, dejándole ropitas de niño a la misma imagen.
A San Juan Degollado
se le pedía para la curación de los dolores de cabeza y se dejaba en la ermita
algún objeto que hiciese referencia a la cabeza, así los hombres una txapela,
las mujeres un alfiler, etc.
Se recurría a San
Juan Bautista para que ahuyentara las pesadillas. Los afectados de tartamudez
le ofrecían todo el dinero que podía encerrar en el puño. Los que sufrían los
callos posaban sus pies en las piedras talladas.
Los arrantzales de Bermeo, cuando van a
bonito, se acercan a San Juan y dan tres vueltas para tener suerte, así como la
bendición o “bautizo” de las nuevas embarcaciones de Bermeo.
Además
de historias de nobles vizcaínos, existen leyendas que lo relacionan con los
templarios, de piratas o de los herejes de La Rochele que incendiaron la
ermita, pero el último incendio intencionado de la ermita ocurrió el día 10 de
octubre de 1978, de la que únicamente quedaron las cuatro paredes. La cabeza de
san Juan apareció arrojada y deteriorada en las peñas. Fue trasladada para su
custodia, al convento de los PP. Franciscanos de Bermeo hasta ser reconstruida
por los fieles bermeanos y reinaugurada la ermita el 24 de Junio de 1980.
Se
celebran también en este santuario otras dos fiestas más con romerías:
El
24 de Junio, festividad de San Juan Bautista, acuden los de Bermeo. Se celebra
una tradicional romería, donde gentes de los alrededores, sobre todo de Bermeo,
acuden en peregrinación a pie a la ermita en cumplimiento de promesas
realizadas o dando las gracias al santo. También se realiza una ofrenda floral
a la imagen de la Virgen, sumergida en las profundidades del mar, bajo uno de
los arcos naturales que emergen al pie de este fantástico islote.
El
31 de Julio, festividad de san Ignacio de Loyola, una nueva romería se dirige
hasta Gaztelugatxe. En esta ocasión sale de madrugada desde Arrieta, portando
en procesión, una imagen de la virgen y recorriendo a pie el monte Sollube
hasta llegar a la ermita románica de san Pelayo, desde donde bajan hasta san
Juan.
Antiguamente
el día Viernes Santo, se
acudía en procesión desde la ermita de san Pelayo de Bakio rezando el Vía
Crucis.