El Museo Guggenheim Bilbao presenta una
exposición monográfica de Yoko Ono (Tokio, 1933) con casi 200 obras
distribuidas en varias secciones temáticas que incluyen instalaciones, objetos,
películas, dibujos, fotografías, texto, audio y documentación sobre
performances realizadas en el pasado, Yoko Ono. Half-A-Wind Show —
Retrospectiva ofrece una visión completa de la múltiple producción de esta
artista pionera del arte conceptual y la performance.
Según los organizadores, las ideas, no los
materiales, son el principal componente de su obra. Muchas de esas ideas son
poéticas, absurdas y utópicas, aunque otras son específicas y factibles.
Algunas se convierten en objetos, otras permanecen inmateriales. Su obra
refleja a menudo el sentido del humor de la artista y su pronunciada actitud
crítica y social.
El punto de partida de muchas de las obras
de Ono se encuentra en las Instrucciones, directrices orales o escritas que da
al público, al que ofrece diversas sugerencias y asigna un papel mucho más
activo del habitual en el mundo del arte. Incluso muchas de las piezas podrían
considerarse incompletas sin la participación física o mental del espectador.
En 1964, Yoko Ono publicó el rompedor volumen Grapefruit (Pomelo),
que incluye muchas de estas instrucciones, añaden.
La muestra, que se ha organizado con
ocasión del ochenta aniversario de Ono, comienza con la presentación de algunas
de las obras más significativas de la década de 1960, entre las que destacan
sus primeras performances, obras en papel y objetos. Durante esta época, Ono se
convirtió en figura destacada de la vanguardia neoyorquina y mantuvo una
estrecha relación con otros artistas, como el músico John Cage, con George
Maciunas, fundador del movimiento Fluxus, y con el cineasta Jonas Mekas. Otras
secciones de la exposición, que recorre toda su carrera hasta la actualidad,
están dedicadas a su producción cinematográfica y musical. Algunas de estas
obras, inspiradas en su colaboración con John Lennon, se exponen junto a
proyectos más recientes, como el álbum que Ono grabó con Thurston Moore y Kim
Gordon en 2012. La última sección presenta sus últimas instalaciones y obras
participativas, algunas de ellas ideadas especialmente para esta retrospectiva.
Una de las facetas más importantes de Yoko
Ono ha sido su compromiso con la defensa de los derechos humanos. A través de
acciones, escritos o reuniones públicas, ha abogado por causas no siempre
fáciles de defender para una figura pública.
Como la perfomance de protesta no violenta
de la cama por la paz, en la que Jhon Lenon y Yoko Ono protestaban contra la
guerra de Vietnam (1969). Este acontecimiento llevó a la filmación del
documental Bed Peace.
Asimismo, Yoko es recordada por aquello que dijo Paul McCartney cuando se separaron los Beatles "la culpa la tiene Yoko". Pero en 2012, Paul habló de nuevo de aquel asunto y dijo: "Sin duda, Yoko no rompió a los Beatles". A lo que ella contestó: "Ahora dices eso, ¿después de 40 años?". Seguimos sin conocer a esta artista plástica y musical que afirma que "lo opuesto al amor es el miedo, no el odio".
Asimismo, Yoko es recordada por aquello que dijo Paul McCartney cuando se separaron los Beatles "la culpa la tiene Yoko". Pero en 2012, Paul habló de nuevo de aquel asunto y dijo: "Sin duda, Yoko no rompió a los Beatles". A lo que ella contestó: "Ahora dices eso, ¿después de 40 años?". Seguimos sin conocer a esta artista plástica y musical que afirma que "lo opuesto al amor es el miedo, no el odio".
La exposición se podrá visitar en la tercera
planta de la pinacoteca bilbaina hasta el 1 de septiembre.
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