El viaje que os propongo se realiza en coche. La ruta juradera o camino real es la vía que seguían los Reyes o Señores de Bizkaia para jurar los fueros en Casa de Juntas de Gernika (Bilbao, Zamudio, Lezama, Larrabetzu, Goikolegea, Morga, Muxika, Gernika, Forua, Murueta, Busturia, Sukarrieta Mundaka, Bermeo).
Bizkaia estaba compuesta por un conjunto de señoríos. Todas sus decisiones políticas, administrativas o sociales se tomaban en las llamadas Juntas Generales. En sus orígenes, estas reuniones se celebraban bajo un robledal en la anteiglesia de de Lumo, más tarde en la ermita de la Antigua, junto al robledal citado. El heredero del señorío sólo era aceptado como Señor de Bizkaia tras jurar una serie de de leyes sobre usos y costumbres que remontan a mediados de del siglo XV. El nuevo Señor debía hacer una ruta juradera que terminaba en la iglesia de Santa Eufemia de Bermeo.
Para realizar la misma ruta comenzaremos en Gernika. Es el corazón de la comarca. En primer lugar visitaremos la Casa Juntas, construida en el S. XIX, el Árbol de Gernika, bajo el cual se juraban los fueros del Señorío, y el Museo.
Cerca queda el Parque de los pueblos de Europa, donde puede admirarse los diversos ecosistemas de Euskadi, además de dos magníficas esculturas de Chillida y Moore.
También Gernika es famosa por su frontón “Jai Alai”, donde podemos disfrutar de partidos de cesta-punta.
En la plaza de los Fueros, frente a la estatua de Don Tello, fundador de la Villa, se puede visitar el Museo de la Paz de Gernika, dedicado a la difusión de la “cultura de la paz”. Y al fondo, la monumental iglesia de Sta. María de estilo gótico-renacentista.
A continuación nos dirigimos hacia Forua. En este lugar, a las afueras de Gernika-Lumo, podemos visitar el Asentamiento Romano.
El asentamiento se encuentra en un pequeño promontorio que domina la vega y la ría en su totalidad. El barrio de Elexalde, en el centro de Forua, estuvo rodeado por una muralla que lo separaba del antiguo cauce de la ría. Está considerado como el yacimiento de la época más importante de toda la región Vasco-Cantábrica.
Seguimos dirección hacia Murueta. Aquí destaca la Iglesia de Santa María de estilo neoclásico y, junto a la marisma, el Molino de Mareas de Maiukitza. Utilizaba el flujo y reflujo de las mareas como fuerza motriz y se destinó a la molienda de grano y a triturar el caolín utilizado en la fábrica de porcelanas de Busturia. Después de atravesar el barrio de Goierria, junto al apeadero del tren hallaremos unos rústicos embarcaderos de madera y la antigua fábrica de tejas de Murueta de la que se mantiene su chimenea y parte de la estructura.
Busturia tiene uno de los mejores sitios para observar las aves. Además, la Torre de Madariaga, en el barrio de San Bartolomé, antigua torre banderiza, acoge en la actualidad el centro de Biodiversidad de Euskadi. Frente a ella, un hermoso reloj rematado por una campana de construcción neoclásica.
En el barrio de Axpe destacan la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción con una preciosa portada gótica y la Ermita del Humilladero declarado monumento histórico-artístico, con una bella imagen de Cristo crucificado en su interior.
En Sukarrieta y en dirección a la estación de tren, después de cruzar el paso a nivel y descendiendo hacia la playa, encontraremos el vivero de Txatxarramendi. Construido en 1930 como establecimiento o depósito de pesca viva (moluscos, almejas, langostas…) para su mantenimiento en espera de llegar a las cocinas y mesas del Hostal Paco. Reconstruido en el año 2001 por la Plataforma de Voluntarios Galtzagorriak.
Este municipio es el único que extiende sus dominios al otro lado de la ría, en Kanala.
Este municipio es el único que extiende sus dominios al otro lado de la ría, en Kanala.
La isla de Txatxarramendi es un interesante parque botánico con unas impresionantes vistas a la desembocadura de la ría. La ensenada y la pequeña cala situada al abrigo del saliente de Portuondo guardan restos de lo que entre los siglos II y IV d.C. fue un fondeadero romano.
Mundaka es un pequeño puerto pesquero, además de gran atractivo turístico y reconocido santuario del Surf. En el mirador de la Atalaya se domina todo el estuario de Urdaibai y está presidido por la iglesia de Santa María (s. XVI) donde se conserva una talla del patrono local, San Pedro Apóstol.
A la salida del pueblo, en un paraje de gran belleza, está la Ermita de Santa Catalina. Frente a la costa de Mundaka veremos la isla de Ízaro, biotopo protegido. Tuvo un monasterio franciscano (1422-1719) del que aún se conservan restos.
En Bermeo finalizaremos nuestro viaje. Es reconocido desde antiguo como uno de los puertos pesqueros de bajura más importantes del Cantábrico. Caminando por el puerto viejo, el Arco de San Juan, cerca de la Torre Ercilla (s. XVI) o por sus estrechos cantones, nos podemos imaginar a los fastuosos cortejos reales de los siglos XIV al XVI, tanto por el empeño de los monarcas en demostrar al pueblo su gran poder y riqueza, como porque al no ocupar una sede fija durante bastante tiempo por razón de las guerras y de los viajes, portaban consigo a los hombres de gobierno con sus familias y abundante servicio, así como a un selecto ejército dispuesto a defenderlos y a una larga serie de secretarios, administradores, juristas, palafreneros, validos y servidores. Cuando estuvo aquí Isabel la Católica (1476), se acercó a visitar el monasterio de los franciscanos en la isla de Ízaro. Al ver su extrema pobreza les regaló uno de sus collares, según cuenta la tradición.
Fuera del casco urbano, no debe perderse el peñón de san Juan de Gaztelugatxe, declarado biotopo protegido y culminado por una pequeña ermita a la que se accede a por 231 escaleras. Rodeada de mitos y leyendas, por su situación estratégica fue lugar codiciado por altos mandatarios, piratas y corsarios a lo largo de los siglos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario