La espectacular
fortaleza-palacio de Sigiriya, erigida en el siglo V durante el reinado del rey
Kasyapa (477-495) para rechazar una temida invasión, está emplazada en lo alto
de una roca elevada a 200 m de altura y en el momento álgido de su gloria debió
de ser una construcción inexpugnable en medio de Ayers Rock.
Es uno de los
destinos turísticos más populares del país. Fue declarado Patrimonio de la
Humanidad por la UNESCO en el año 1982.
Cuenta con
jardines acuáticos, frescos de doncellas realizados en la roca que datan del
siglo V, un muro de mil años de antigüedad con inscripciones de los visitantes,
un par de enormes garras de león de piedra y vistas impresionantes. El palacio construido en la cumbre tiene
cisternas cortadas en la roca, en las que todavía hay agua, fosos y murallas
ornamentadas.
Para llegar por
las paredes casi verticales a la cima hay que subir 1.200 escalones por unas
escaleras de metal.
¡Cómo tuvo que
ser la construcción de la fortaleza cuando los peldaños estaban excavados en
la roca¡
Después de
la muerte del rey Kasyapa, siguió siendo un complejo monástico hasta el siglo
XIV. Las ruinas fueron descubiertas en 1908 por el explorador británico Jhon
Still.
Antes de subir a
la fortaleza visitamos el Museo Arqueológico de Sigiriya (abierto
en 2009). Se utiliza como centro de información turística, además de centro de
investigación. Está gestionado por Central Cultural Fund (CCF). En el piso
superior hay una representación a tamaño natural de los frescos de las
doncellas de Sigiriya.
Según
cuentan las leyendas de
Sri Lanka, se describe al rey Kasyapa como el hijo del rey Dhatusena. Kasyapa
asesinó a su padre emparedándolo vivo y luego usurpó el trono, que por derecho
correspondía, a su hermano Mogallana.
Mogallana huyó a la India
para escapar de los intentos de asesinato de su hermano, jurando venganza. En
la India, éste levantó un ejército con la intención de retornar y retomar el
trono que por derecho le correspondía. Sabiendo del inevitable regreso de
Mogallana, se dice que Kasyapa construyó el palacio en la cumbre de Sigiriya
como una fortaleza palaciega. Mogallana finalmente llegó y declaró la guerra a
su hermano. Durante la batalla, los ejércitos de Kasyapa le abandonaron, y éste
se suicidó arrojándose sobre su espada.
Se suda la gota gorda para subir a la cima, pero
merece la pena.
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