Después de salir
de Kandy nos dirigimos hacia el templo de Nalanda
Gelige. Este lugar está fuera de los recorridos turísticos habituales, pero
merece la pena acercarse hasta allí. Se construyó entre los siglos VIII y XI y
tiene una mezcla arquitectónica hinduista y budista, ya que fue un templo
hinduista en sus orígenes y ocupado después por monjes budistas. Es uno de los
pocos templos de la isla que conserva estatuas tántricas.
Justo a la
entrada de Matale nos encontramos con el templo
hinduista Sri Muthumariamman.
Fue construido a finales del siglo XVIII como una ofrenda
para la diosa Parvati, que según cuenta la leyenda, al escuchar los ruegos del
gobernador de Manalur, impidió que se produjeran monzones en la zona y así
salvó las vidas de todas las familias del poblado.
El templo está dedicado a la
deidad Parvati, hermana del dios Vishnu, mujer de Shiva, y madre de Ganesha y
Kartikeia, de modo que cada uno de esos dioses tienen capillas propias dentro
del templo.
Está lleno de colorido, con adornos e imágenes hinduistas. Nuestro guía nos cuenta diferentes
historias del hinduismo, sobre las representaciones de cada Dios. En este caso,
para los hinduistas Buda no es más que otro de los avatares o encarnación del
dios Vishnu.
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