El pasado martes
CEPA Erandio organizó una salida cultural para conocer el lugar en el que nació el escritor vizcaino Antonio de Trueba (Montellano, aldea de Galdames, Vizcaya, 1819-1889), que previamente se había trabajado en
clase durante el primer cuatrimestre. En esta ocasión, para el alumnado
erandiotarra tiene un valor especial, porque en su municipio hay una calle con
su nombre.
Durante el
recorrido nos acompañaron las responsables de la Asociación Cultural Gurguxa,
Nagore Orella y Goizane, que de forma altruista nos prepararon un
interesantísimo paseo por los lugares que aparecen en los cuentos de Trueba.
Asimismo, tienen como objetivo en la Asociación el difundir el legado cultural de esta zona, además de recuperar para la
memoria de todos la aldea de nacimiento del escritor Antonio de Trueba en la
Nochebuena de 1819. "Se trata del lugar donde vino al mundo y fue
bautizado Antón, el de los Cantares", señalan.
También piensan que “aunque se
ha reconocido su labor periodística, sus relatos costumbristas y su larga
trayectoria como archivero vizcaino, sus orígenes no se han divulgado como
deberían".
Con un tiempo
atmosférico muy agradable, el itinerario
comenzó con la observación de las tradicionales casas de labranza, llamadas en
esta zona “caserías”.
A continuación
nos dirigimos hacia el abandonado barrio de Seldortun, incluida una visita a la
cueva de la Magdalena, que sale en el cuento “El cura nuevo”. Desde allí fuimos
al cementerio, donde antiguamente estaba ubicada la iglesia de Sta. Mª de
Montellano en la que fue bautizado Trueba.
Asimismo, también
pasamos por la casa Ginés y llegamos hasta la residencia del pintor José Ramón
Mardones. Para finalizar la ruta visitamos las ruinas de la casa de Trueba así
como el monumento que hizo la Diputación de Bizkaia en su recuerdo.
Por último, un rico plato de alubias con sacramentos, acompañado de un recital de poesía a
cargo de dos entusiastas mujeres montellanesas de la Asociación Gurguxa, puso un magnífico broche
final a la jornada.
Antonio de Trueba, escritor,
poeta y periodista, a los 15 años marchó a Madrid, para evitar la primera
Guerra Carlista. Autodidacta y conocedor de los autores románticos, la producción de Trueba es amplia y abarca desde la lírica
Libro de Cantares (1852), hasta la novela histórica Paloma y halcones
(1865) y la novela costumbrista (El gabán y la chaqueta (1872), pero
destacó sobre todo en la narrativa corta cuando refleja la vida rural del País Vasco y de Castilla de la época,
escenarios habituales de sus historias.
Tuvo una gran actividad
literaria y periodística y, en 1862, fue proclamado Cronista y Archivero del
Señorío por las Juntas Generales de Bizkaia y se trasladó a Bilbao.
Por defender el Fuero fue
acusado de simpatía hacia el carlismo, marchó de nuevo a Madrid y tras el paréntesis
de la segunda carlistada volvió desarrollando una gran actividad literaria y
llegando a ser director de “El Noticiero Bilbaíno”.
Fue nombrado Padre de la
Provincia y con fondos recaudados entre vascos de América y de Bizkaia, el
artista valenciano Mariano Benlliure levantó un monumento, inaugurado en 1895,
que se encuentra en la actualidad en los jardines de Albia. El pedestal fue
obra de Severiano Achúcarro. En un principio,
Trueba miraba hacia la Alameda de Mazarredo (Unamuno escribe “mirando hacia el
hogar de Mari-Santa) y, a finales de los años 80, varió su posición, mirando
hacia los jardines de Albia.