Piedra del sol
La Piedra
del Sol o también llamada Calendario
Azteca proviene de la cultura de los olmecas; los aztecas, un pueblo
astronómico, observador de los acontecimientos del universo, lo adoptaron y
perfeccionaron al comparar los movimientos del sol con los del planeta Venus y
la constelación de las pléyades.
Este monumento está maravillosamente
labrado en bajorrelieve en un disco monolítico de basalto.
Tiene un diámetro de 3,60 metros y pesa 25
toneladas. En la Plaza Mayor de la gran Tenochtitlán ocupaba un destacado lugar
sobre uno de los templos llamado Cuauhxilcalco del recinto sagrado de los
Mexicas.
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