Según un estudio del Injuve, que publica la revista Comunidad Escolar, dos terceras partes opina que el número de inmigrantes es excesivo y que es preciso controlar los flujos migratorios
Los jóvenes se declaran tolerantes y a favor de la inmigración, que consideran positiva y enriquecedora, pero el 14% votaría a un partido de ideología racista si siguieran aumentando los flujos migratorios. Estas son algunas de las conclusiones del estudio “Jóvenes e Inmigración” del Instituto de
Rosaura Calleja resume que en este informe, realizado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), se recogen las entrevistas realizadas a 1.436 jóvenes de
En este sentido, Gabriel Alconchel, director general del Instituto de
Racismo
Mientras que la “inmensa mayoría” (86%) desaprueba las acciones de los grupos racistas, el 9% aprueba, hasta cierto punto, las actitudes y acciones de estos grupos. Este último colectivo se compone sobre todo de personas con bajos niveles de formación que se declaran de derechas.
Tres de cada cuatro encuestados creen que partidos políticos xenófobos “tendrían poca o ninguna aceptación” en España, un 80% no les votaría en “ningún caso” y un 18% considera que sería “bastante o mucha” la acogida. En este sentido, el director general del Injuve destaca que se trata de una reducida minoría en comparación con otros países de
La inmigración tiene más ventajas que inconvenientes para el 44% de los jóvenes, pero el 25% opina lo contrario. Entre los inconvenientes, el 31% asegura que “quitan puestos de trabajo”, el 23% que “provocan delincuencia e inseguridad ciudadana y el 11% que “hay demasiados”.
Alconchel aclara que la proporción de inmigrantes en nuestro país es de 11 por cada cien, aunque que la mayoría de los jóvenes tiene una percepción errónea, ya que cree que de cada 100 personas, 25 son inmigrantes.
Tolerancia
En cuanto al nivel de tolerancia de los jóvenes, el director general del Injuve señala las cifras relativas al tipo de relación que estarían dispuestos a mantener con extranjeros. El 77% aceptaría sin problemas que su jefe fuera un inmigrante, el 68% apoyaría que su hijo o hija se casara con un inmigrante y el 59% no tendría problemas para alquilarle un piso.
De este informe se desprende que los inmigrantes de Sudamérica o de África Subsahariana son los que mayor nivel de confianza generan, mientras que los rumanos y los magrebíes transmiten más desconfianza, a lo que se incorporan los “musulmanes”, “árabes” y “moros”.
Para el 82% de los entrevistados, los inmigrantes desempeñan trabajos que los españoles no quieren, pero un 51% cree que “quitan puestos de trabajo a los españoles”. Cuatro de cada diez apoya la regulación “sólo a los que tengan trabajo”, mientras que el 25% defiende la regulación por arraigo y el 15% es favorable a normalizar su situación “en todos los casos”. El 10% se decanta por la expulsión de los irregulares.
Más del 90% de los jóvenes se muestra partidario de que toda persona debería tener “libertad para vivir y trabajar en cualquier país” y la mayoría respalda que los extranjeros afincados de “manera estable y regular” tengan derechos sociales, como cobrar el paro (86%), la reagrupación familiar (83%), obtener la nacionalidad española (72%) o votar en las elecciones (67%).
