Kandy
Aquí se encuentra el Dalada
Maligawa, el Templo del Diente de Buda, principal centro religioso de los budistas.
Al lado se ubican el Museo Nacional y el Museo Arqueológico.
Según cuenta la leyenda, cuando Buda murió, su cuerpo fue
incinerado en una pira de sándalo y uno de sus dientes fue encontrado en la
pira funeraria por una de sus discípulas, que lo entregó al rey de Dantapuri,
para ser venerado.
Se forjó la creencia de que el poseedor del diente tenía el
derecho divino a gobernar aquella tierra. Como era de esperar, se
desencadenaron varias guerras por la posesión de la reliquia.
Muchos años después de la muerte de Buda, el diente estaba en
manos del rey Guhaseeva de Kalinga, que se había convertido al budismo y
comenzó a adorar la reliquia. Esto causó el descontento de algunos de sus
súbditos. Otros príncipes que aspiraban a la posesión del diente atacaron al
rey Guhaseeva, pero cuando entraron en la ciudad la princesa Hemamala ya se
habían puesto a salvo llevándose el diente de Buda.
Hemamala escondió la reliquia en un adorno para el pelo y se
disfrazó de brahmán para no ser descubierta. Zarpó de un puerto en la desembocadura
del Ganges y desembarcó en la isla de Sri Lanka.
El rey Kithsirimevan se alegró mucho cuando oyó la noticia de la
llegada de Hemamali a la isla. Recibió la sagrada reliquia con gran veneración
y construyó un templo en su propio palacio para albergarla.
Con el paso del tiempo, la
reliquia fue cambiando de dueños y de lugar. Se dice que cayó en manos de los
portugueses, que cobraron un fuerte rescate por su devolución. Por último, se
llevó a la ciudad de Kandy, donde se conserva en la actualidad en el llamado
Templo del Diente (Sri Dalada Maligawa), que se
encuentra incluido en el complejo del Palacio Real.
La reliquia se guarda en
una cámara rodeada de siete estupas de oro engastadas con piedras preciosas.
Las puertas de la sala están talladas en marfil.
La reliquia del diente es
considerada una representación simbólica de la vida de Buda y recibe ofrendas,
y es objeto de rituales y ceremonias.
En 1911 el
escritor alemán Herman Hess (autor de Siddartha,
en el que trata la vida de Buda) visitó
el santuario budista de Kandy y se alojó en el histórico Queen´s Hotel.
La bandera
budista, que encuentra en todos los lugares del país, fue diseñada en Colombo
en 1880.
Los cinco
colores representados, hacen alusión a los que emanaron del cuerpo de Buda cuando alcanzó la iluminación.
Azul,
simboliza la compasión universal, la bondad y paz.
Amarillo,
personifica la moderación.
Rojo,
representa la virtud y la dignidad.
Blanco,
encarna la pureza.
Naranja,
significa la sabiduría y la fuerza.