El día comienza en la Ciudad Nueva de Jerusalén, en el Santuario del Libro del Museo de Israel que
alberga los Rollos del Mar Muerto descubiertos
entre 1947 y 1956 en 11 cuevas en los alrededores de la
zona de Qumrán.
El
santuario tiene la forma de una cúpula, que cubre la estructura y recuerda la tapa de la vasija donde se encontraron los documentos antiguos. Frente a la
cúpula hay un muro de basalto negro. Los colores y las formas del edificio
evoca el rollo de la Guerra de los hijos de la luz contra los hijos de las
tinieblas, uno de los Rollos del Mar Muerto, donde la cúpula blanca simboliza a
los Hijos de la luz y la pared negra serían los Hijos
de las tinieblas. Llama también la atención que todas las
fachadas de las casas de Jerusalén están construidas con la misma piedra blanca
de la cantera de Jerusalén.
Por causa de la fragilidad de los
rollos, es imposible exhibir estos permanentemente y se utiliza un sistema de
rotación. Después que un manuscrito del pergamino fue expuesto durante 3 a 6
meses, se retira de su escaparate y se coloca temporalmente en una bodega
especial, donde "descansa" de la exposición. El museo también posee
otros únicos antiguos manuscritos que permiten ver el Códex Aleppo.
Continuamos hacia el Museo del Holocausto
(Yad Vashem), monumento recordatorio a los 6 millones de judíos que perecieron
en el holocausto.
Yad Vashem (en hebreo, יָד וָשֵׁם) es la institución oficial israelí
constituida en memoria de las víctimas del Holocausto perpetrado por los nazis contra los judíos durante la Segunda Guerra Mundial. El Museo está ubicado en el Bosque de Jerusalén, en la vertiente occidental de Monte Herzl ("Monte del Recuerdo"), que tiene unos 804 metros (2.638 pies)
sobre el nivel del mar.
Durante el recorrido nuestro
guía Ariel nos explica las diferentes salas del museo. También nos cuenta
varias historias personales, entre ellas: el joven que era el líder de los
niños que salían a buscar pan y armas a través de las alcantarillas del gueto
de Varsovia; el niño que tocaba la armónica en la banda que despedía a los
judíos que iban a las cámaras de gas y cuando ve que su madre estaba en la fila
sigue tocando con los ojos cerrados, él sale vivo del campo de concentración y
años después es el director de la orquesta israelí. Después de 50 años volvió a
tocar la armónica en un homenaje a Israel en EEUU.
El maestro que acoge a
los niños huérfanos en un orfanato y sigue impartiendo clase como si hicieran
vida normal, pero aunque él pueda salvarse va con sus alumnos a la cámara de gas y muere con ellos.
Otra historia es el
rechazo a la gente que llegaba a Israel de los campos de concentración, porque
se pensaba que no habían hecho nada por luchar contra sus carceleros nazis.
Tampoco contaban nada los que venían de los campos de concentración por el
miedo que seguían teniendo. Pero cuando detienen en Argentina al nazi que
dirigía el campo de concentración y el Mosad lo lleva a Israel, sin permiso del
gobierno argentino, confiesa durante el juicio que los judíos allí encarcelados
sí se sublevaron contra los guardias, pero que los mataban.
Asimismo, hablamos del
diplomático español Ángel Sambrís que ayudó a los judíos y que su trabajo se ve
reflejado en la película “El Ángel de Budapest”.
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También comentamos que
unos días antes el embajador israelí rindió tributo en Bilbao a los capitanes
vascos enrolados en la flota republicana que trasladaron a miles de judíos
supervivientes de las persecuciones y los campos de exterminio nazi hasta el
puerto de Haifa, entonces Palestina.
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