La Cúpula de la Roca o el Domo de la Roca en la explanada de las Mezquitas es un monumento
islámico situado en Jerusalén, en el centro del Monte del Templo.
Los musulmanes creen que la roca que se encuentra en el centro de la Cúpula
es el punto desde el cual Mahoma ascendió a los cielos para reunirse con Dios, acompañado por el ángel Gabriel. En honor a dicho episodio de la vida de Mahoma, el noveno califa, Abd al-Malik, construyó el edificio entre los
años 687 y 691.
Los credos judío y cristiano afirman que fue en ese lugar donde Abraham estuvo a punto de sacrificar a su hijo Isaac por orden de Yahveh, y donde Jacob vio a su vez la escalera al cielo, según los relatos del Génesis. El islam recoge también la tradición del sacrificio de Abraham, aunque en la
versión islámica el hijo no era Isaac sino el primogénito, Ismael.
Según la tradición judía, desde esta primera piedra se construyó el mundo.
Allí fue erigido el Sanctasanctórum, la parte más sagrada del templo de Jerusalén.
Sin cambios esenciales durante más de trece siglos, la Cúpula de la Roca
sigue siendo uno de los más preciosos y duraderos tesoros arquitectónicos del
mundo.
Técnicamente, la Cúpula de la Roca no se considera una mezquita, pero sí es un lugar de culto para el Islam.
Junto al Domo de la Roca con su cúpula dorada, en el extremo sur de la
explanada se encuentra la Mezquita de Al-Aqsa con su cúpula plateada y anexa al
Domo de la Roca se encuentra la Cúpula de la Cadena.
El Domo de la Roca y la Mezquita de Al-Aqsa son los dos edificios
importantes de la Explanada de las Mezquitas.
El significado de este sitio emana de tradiciones religiosas monoteístas ligadas con la roca a la que
preserva la cúpula dorada: conocida como la "Roca Fundacional", la
misma es considerada un importante punto de referencia por los monoteístas.
Muro de las Lamentaciones
El Muro de las Lamentaciones o Muro de los Lamentos es el lugar más sagrado del judaísmo,
vestigio del Templo de Jerusalén.
Desde que el Templo de Salomón,
construido en el siglo X a.C., fuera destruido por las legiones romanas del
emperador Vespasiano, el Muro de las Lamentaciones es la única es la única
parte del templo que quedó en pie. El judaísmo lo considera la construcción más
sagrada, convertida también en un lugar de oración.
De acuerdo con la historia, cuando las
legiones del emperador Vespasiano destruyeron el templo, sólo una
parte del muro exterior quedó en pie. El entonces general Tito dejó este
muro para que los judíos tuvieran el amargo recuerdo de
que Roma había vencido a Judea (de ahí el nombre de Muro de
las Lamentaciones).
Los judíos, sin embargo, lo atribuyeron a una promesa hecha por Dios, según la cual siempre quedaría en pie al menos una parte del sagrado templo como símbolo de su alianza perpetua con el pueblo judío. Los judíos han orado frente a este muro durante los últimos dos mil años, creyendo que este es el lugar accesible más sagrado de la Tierra, ya que no pueden acceder al interior de la Explanada de las Mezquitas, que sería el más sagrado de todos. En todo caso, las oraciones hebraicas frente al muro no se limitan a los lamentos. Se lee el libro de los Salmos y se realizan ceremonias de Bar Mitzva. Alabanzas y peticiones (orales y escritas) son comunes y continuas.
Frente a él se lamenta comúnmente la
destrucción de la ciudad y la dispersión del pueblo hebreo, siendo
el viernes un día de especial intensidad. La tradición de introducir
un pequeño papel con una plegaria entre las rendijas del muro tiene varios
siglos de antigüedad. Entre los rezos de los judíos se incluyen las fervientes
súplicas a Dios para que vuelva a la tierra de Israel, el retorno de todos
los exiliados judíos, la reconstrucción del templo (el tercero) y la llegada de
la era mesiánica con la venida del mesías judío.
Se puede llegar al muro por la calle del Cardo Romano (calle romana con orientación norte-sur) atravesando el Barrio Judío.
Si queréis continuar con la lectura sobre estos lugares, os aconsejo el artículo "Jerusalén, Jerusalén" de Pedro Ontoso publicado en El Correo el día 26-07-17.
Se puede llegar al muro por la calle del Cardo Romano (calle romana con orientación norte-sur) atravesando el Barrio Judío.
Si queréis continuar con la lectura sobre estos lugares, os aconsejo el artículo "Jerusalén, Jerusalén" de Pedro Ontoso publicado en El Correo el día 26-07-17.
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