Belén está situada a
10 km al sur de Jerusalén. Exclusivamente cristiana en su origen, la ciudad es
hoy día mixta: palestinos cristianos y musulmanes conviven con respeto.
Belén está en el
centro de Cisjordania bajo la Autoridad Palestina, cuyo presidente es Mahmoud
Abbas. La lengua oficial es el árabe. Camino a Belén paramos en el Campo de los
Pastores en Beit Sahour.
Hay dos recintos en la
parte oriental de Beit Sahour que son reclamados por diferentes confesiones
cristianas como la actual "Campo de los Pastores: uno perteneciente a la
Iglesia Ortodoxa Griega y el otro, el sitio católico, a la Custodia Franciscana
de Tierra Santa.
El gobierno de Canadá
en 1952 donó dinero para construir la Capilla de Los Pastores en Beit Sahou,
Belén.
En Belén, Palestina,
se conserva la “Gruta de la Natividad”, el sitio en donde la tradición sostiene
que allí nació Jesús. Sobre la gruta se alza una basílica (bajo administración simultánea de las iglesias
Ortodoxa Griega y Católica) que ha sido objeto de
ataques y saqueos durante su historia. Para evitar que se pudriera entrar a
caballo a la basílica, los cruzados tapiaron todas las puertas dejando
sólo una de 1,20 m. de altura. Hoy en día es la puerta de ingreso, lo que
obliga a pasar de uno en uno. Tal vez por eso, se llama de la Humildad.
El escritor y filósofo
bilbaíno Miguel De Unamuno escribió un sencillo pero emotivo poema a la puerta
pequeña de la basílica de Belén.
Agranda la puerta,
Padre
porque no puedo pasar;
la hiciste para los niños.
Yo he crecido, a mi
pesar.
Si no me agrandas la
puerta,
achícame, por piedad,
vuélveme a la edad bendita
en que vivir es
soñar.
Una vez dentro, se encuentra una basílica romana, pero al estilo greco-ortodoxa.
En la cripta, según la tradición, se sitúa el Nacimiento, pero San Mateo lo ubica en un establo.
Una vez dentro, se encuentra una basílica romana, pero al estilo greco-ortodoxa.
En la cripta, según la tradición, se sitúa el Nacimiento, pero San Mateo lo ubica en un establo.
La matanza de los Santos Inocentes
Según cuenta la
Biblia, avisado de la llegada del Mesías, Herodes pidió a los Reyes Magos que le
indicasen el lugar de este nacimiento. Estos últimos, advertidos en sueños, se volvieron
sin obedecerle. Entonces Herodes se irritó y mandó que aniquilasen en Belén y
todo su territorio a todos los niños de dos años y menores (Mt 2).
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