Pampaneira, pueblo
de la comarca de La Alpujarra, situado en el barranco de Poqueira, es junto a
Bubión y Capileira, Conjunto Histórico Artístico que ha mantenido el aspecto
berebere en la arquitectura de sus casas y sus calles.
Además limita con
los municipios de La Taha, Órgiva (aquí se encuentra la comunidad Rainbow más grande y veterana de Europa y Beneficio es uno de los tres asentamientos hippies del municipio), Carataunas, y Soprtújar. Gran parte
de su término municipal pertenece al Parque Nacional de Sierra Nevada y al Conjunto Histórico del Barranco de Poqueira
Pampaneira se
encuentra en el sureste de la provincia de Granada, a 1.058 metros sobre el
nivel del mar y a 72 kms. de la capital. Tiene una población de unos 340
habitantes y una extensión de unos 18 km2. El casco urbano está situado en la
vertiente Sur de Sierra Nevada en el "Barranco de Poqueira", en las
cumbres del Mulhacén y Veleta.
El nombre de
Pampaneira parece que desciende del adjetivo latino "pampinarius,
pampinaria, pampinarium", que significa "productor de pámpanos",
y se interpreta como "terreno de viñas". Antiguamente existían en la
zona infinidad de viñas en la Taha del Poqueira, estas estaban en la parte de
lo que es actualmente el término municipal.
También es
reconocida su riqueza y variedad artesanal, que abarca desde todo tipo de cerámicas,
hasta tejidos como las jarapas y demás objetos típicos de la comarca.
La actividad
fundamental de su población en la actualidad es el turismo.
En Pampaneira
se conserva intacto el legado cultural que dejaron los moriscos en la Alpujarra granadina, con sus
estrechas callejuelas, sus acogedoras plazas y sus viviendas tradicionales.
Encajonada
entre las laderas montañosas de Sierra Nevada y la costa mediterránea, la
belleza y el encanto de Pampaneira han hecho a esta población merecedora de
diversos galardones como el Primer Premio Provincial de Embellecimiento de
Pueblos (1976) y durante dos años consecutivos (1977 y 1978) el Premio Nacional
de Turismo de Embellecimiento y Mejora de los Pueblos Españoles, además fue declarado Conjunto Histórico Artístico junto con Bubión y Capileira.
En su término
municipal se encuentra el monasterio budista de O Sel Ling, lugar dedicado al
retiro y la meditación.
El origen de
Pampaneira es de época romana. Su denominación procede del término latino
pampinus, que significa pámpano y hace alusión a la frondosidad de sus tierras.
Pese a ello, la configuración urbana que presenta y su arquitectura son
claramente beréberes. Fue precisamente con los musulmanes cuando este municipio
experimentó un importante desarrollo agrícola, especialmente con la producción
de seda.
Cuando el Reino de Granada se rindió a los Reyes Católicos, muchos de sus habitantes se refugiaron en las Alpujarras y siguieron durante casi ochenta años con
sus costumbres, su religión y
su lengua. Eran los moriscos granadinos, que aguantaron en sus
escarpadas montañas, hasta que Don Juan de Austria, enviado especial del Rey Felipe II, acabó con la violenta guerra que existía.
El despoblamiento posterior fue total y
hubo que repoblar las tierras alpujarreñas con castellanos, pero sobre todo con gallegos y leoneses; en un bando de 1487 se decía que aquel noble que
participase en la Guerra de Granada conseguiría la redención de
sus delitos.
Era, por tanto, una invitación apremiante
hecha a la nobleza y sus siervos para que abandonaran Galicia y se enrolaran en
la campaña, y así lo hicieron. Es por ello que los nombres de muchos sitios de
la zona, Capileira, Poqueira, Ferreira,
Xumpaneira y Pampaneira, por ejemplo, tienen reminiscencias gallegas.
Clima
Pampaneira posee un clima mediterráneo continentalizado debido a la altitud a la que se encuentra (más de 1.000m) y
por estar en las faldas de Sierra Nevada (3.482m).
Eso hace que tenga inviernos fríos, donde no es raro que nieve y que haya heladas, y veranos un poco cálidos, con máximas extremas por
encima de los 35 grados, pero por debajo de los 40 grados. Las temperaturas son
suavizadas por la presencia del mar Mediterráneo..
Las precipitaciones son variables e incluso abundantes, con periodo de sequía en verano y tormentas en otoño.
Gastronomía
La comida casera y
los excelentes productos son el sino de esta tierra. Aquí se comen pucheros,
ollas, guisos, sopas, migas, embutidos varios, albóndigas en salsa de
almendras, lomo en orza, choto, conejo con caracoles y, sobre todo, el plato
alpujarreño, ‘inventado’ y servido por primera vez en uno de los restaurantes
de Pampaneira con ingredientes como: patatas a lo pobre con pimientos y
cebolla, huevos fritos, jamón, lomo, morcilla y chorizo. Es ideal para reponer
fuerzas después de un largo paseo por los alrededores. Y de postre, dulces
moriscos y una buena siesta.
Sitios de Interés:
Iglesia parroquial de la Sta. Cruz (S.XVI)
De planta
rectangular y con artesonado mudéjar construida sobre una antigua mezquita ,
cuya característica más singular es mantener rasgos del arte musulmán y del
nuevo arte renacentista cristiano.
Barrio Bajo
Desde la plaza de la Iglesia, descendemos
al barrio bajo por la calle Verónica, en donde podemos contemplar dos rasgos de
la arquitectura popular: a la izquierda un primitivo "tinao", a modo
de soportal sobre la entrada de la vivienda, y la disposición de la calle sin
trazado, como una vereda empedrada que en un principio sirvió de acceso entre
los huertos colindantes a cada vivienda.
El barrio bajo se
destinaba a los agricultores, por su cercanía a las tierras de labor y
antiguamente estuvo bien diferenciado del barrio alto donde moraban los
pastores, por su proximidad a las cañadas que conducían a los pastos de la
Sierra.
Calle real o Paseo de Federico García Lorca
En la calle Real
paseamos entre peculiares tinaos llenos de flores, hasta el primitivo barrio de
los pastores. Nos encontraremos a unos veinte metros con el tinao de las flores
a la izquierda, que da entrada al paseo de García Lorca, en donde nos
sorprenderá una hermosa panorámica de los picos más elevados de la Península
(Veleta, Tajos de la Virgen...) y los pueblos del Barranco de Poqueira, Bubión
y Capileira.
Fuente de San Antonio
Sus fuentes también
merecen mención especial, algunas de ellas con aguas minero-medicinales, y
otras, como la de Chumpaneira, con ‘poderes’ incluso casamenteros. Tal y como
puede leerse en el mural colocado sobre los tres caños del pilar, donde se
afirma “es fuente de la virtud y tiene tal magnitud que soltero que bebe con
intención de casarse no falla, pues al instante novia tiene, ¡ya lo ves!”.
La fuente de San
Antonio se encuentra situada junto a Iglesia Parroquial, dicha fuente cuenta
con una pequeña leyenda que dice:
No digas de este agua no beberé
pues esta fuente que aquí ves
es fuente
de la virtud
y tiene
tal magnitud
la
confirmó un devoto
que feligrés qué de esta Iglesia.
Y soltero
que la bebe con intención de casarse
¡no falla! pues al instante ...
novia
tiene ¡ya lo ves!
Fuente
del Cerrillo o Lavaderos Árabes
Por la calle
Cerrillo subimos hasta la fuente del mismo nombre, una de las más apreciadas de
Pampaneira por ser un nacimiento continuo.
Los lavaderos
árabes, situados inmediatamente debajo de la fuente, sirvieron de escenario del
rodaje de la película Yerma basada en la novela del universal poeta granadino
Federico García Lorca.
Arquitectura
Pampaneira es la más
baja de las tres poblaciones escalonadas que componen el Barranco de Poqueira.
Esta localidad destaca por su extraordinaria arquitectura, que conserva la
tradición alpujarreña de casas blancas de tejados planos (terraos) con chimenea
de sombrerillo y los típicos tinaos.
Este tipo de
construcción aparece también en zonas montañosas del norte de África y en el
Himalaya. Es decir, que en lugares con similares condiciones ambientales, se ha
llegado a una misma solución arquitectónica.
Las chimeneas buscan
en la altura una mejor circulación del aire que favorezca la extracción del
humo, al tiempo que evitan en invierno quedar sepultadas por las nieves que
pueden acumularse en las cubiertas.
Ganadería
Trashumancia:
los rebaños viajeros
Bien entrada la
primavera, comienza la trashumancia desde los pastos de las tierras bajas cuando
se secan. Los escasos rebaños actuales emprenden entonces largos viajes hacia
zonas donde el deshielo ha dejado al descubierto los verdes pastos de montaña.
Esquilones de plata
llevan los bueyes.
-¿Dónde vas, niña mía,
de sol y nieve?
-Voy a las margaritas
del prado verde.
Federico García
Lorca
Agua
La mole de Sierra
Nevada provoca el ascenso de los vientos húmedos, procedentes del Atlántico y
del Mediterráneo. Al ascender, se enfrían y el vapor de agua que contienen se
condensa y precipita. Dada la considerable altitud, gran parte cae en forma de
nieve, así que la Sierra ejerce un papel regulador: acumula el agua en invierno
y la deja ir con el deshielo.
La Sierra también
distribuye las aguas: las de la vertiente norte irán a parar al Atlántico, y
las de la vertiente sur, al Mediterráneo. Pero antes el hombre saca provecho de
ellas.
Riego
y consumo
Los romanos y los
árabes desarrollaron una importante red de canalizaciones para surtir a los
pueblos, cultivos y pastizales.
De los ríos derivan
las acequias, así como los careos, peculiar sistema de riego por infiltración.
Muchas de estas obras son todavía útiles, y favorecen la riqueza de vegetación
y cultivos.
Artesanía
La Artesanía de las Alpujarra goza de una
gran consideración por su cuidada elaboración y el cariño que los artesanos/as
ponen en su trabajo.
Son muy típicas las
Jarapas, tejidos de alegres colores y de diferentes tamaños tejidos con telas
de desecho.
Destacan entre los
artesanos los dedicados a la orfebrería, esparto, mimbre, forja, cerámica,
tallado de madera, cuero...
Guías de viajeros
Durante el siglo XIX
se publican unas cuantas Guías de viajeros que pretenden promocionar la zona y
describir sus valores pero también sus peligros.
"Aunque el viaje a la sierra es incómodo, son
recompensadas las fatigas por el sublime espectáculo..., montañas descarnadas
por el viento y las aguas, abrigan en sus cavidades hielos petrificados hace
siglos, sin derretirse con los ardores del estío; ...contémplase tajos
horribles, que dan a conocer las entrañas de la tierra..."
Miguel Lafuente: El libro del viajero en Granada
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