Escribe Luis Sarriés Sanz en el Diario de Navarra que la ONU y el Parlamento Europeo han declarado el año 2008 como Año Europeo del Diálogo Intercultural. Sin embargo, no parece que sean muchas las iniciativas programadas para la reflexión sobre un tema de cuya solución depende la construcción armónica de nuestro futuro.
El diálogo intercultural es mucho más que reconocer las diferencias y los derechos de las minorías étnicas, culturales y lingüísticas. Las sociedades abiertas a otras culturas y dispuestas a dar cabida en su seno a personas con otras ideas, otros valores, otras lenguas, otras religiones y creencias gozan de una ventaja competitiva y de desarrollo que no tienen las sociedades cerradas o fracturadas, ha subrayado el autor.
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