Termina la estancia en Leh en la región de Ladakh, en el pequeño Tíbet de la India, con la visita al Monasterio de Matho que pertenece a la orden Sakya del budismo tibetano fundada por el Lama Tugpa Dorjay en el siglo XVI.
La importancia de este monasterio reside en los oráculos: dos monjes que, tras meses de purificación a través del ayuno y la meditación, son poseídos por una deidad. El evento se produce durante el festival anual de Matho, que se celebra entre febrero y marzo, y alcanza su culmen cuando los monjes recorren con los ojos vendados el parapeto superior del monasterio, a cuyos pies se abre una caída de 30 metros. Los oráculos contestan a las preguntas del público que son acogidas con gran respeto.
Nos llama la atención los numerosos perros que viven cerca de los monasterios y, según cuenta la leyenda, son la reencarnación de monjes que se habían portado mal en la vida anterior; por esa razón, los monjes actuales cuidan de ellos y los tratan con mucha compasión, buscando ganar mérito para sus futuras reencarnaciones por si a ellos les pasara lo mismo.
La jornada sigue en el Monasterio Stakna, del s. XVII. Situado en la ruta Leh-Manali, a 24 kms. de Leh, junto al cauce del río Indo.
Con esta ruta terminamos nuestro viaje por el Pequeño Tíbet de la India. Es un buen broche final repleto de buenas experiencias.