India es un país que nunca deja de sorprender al viajero. Desde el siglo III a. C. hasta ahora, imperios budistas, hindúes, musulmanes y el británico han pasado por estas tierras dejando su influencia en la cultura y en la gente.
Por superficie es el séptimo país más grande del mundo. Limita al norte con Afganistán, Nepal y Bután; la cadena del Himalaya y Karakorum con China y
al oeste con Pakistán. Tiene una población de mil tres cientos millones de personas y Delhi, más sus alrededores, unos 26 millones y el país cuenta con 22 idiomas oficiales.
Este es un país de grandes contrastes, desde la riqueza más absoluta hasta la pobreza más extrema. Aquí se dan la mano el pasado y el presente.
Previo a comenzar la aventura, es necesario informarse y leer algunos libros como El vagón de las mujeres de Anita Nair, El sari rojo de Javier Moro, Pasión india de Javier Moro y para ir a la región de Ladakh Viaje a Ladakh, el pequeño Tíbet Indio de Marta Torres o Seda de Alessandro Baricco.
Antes de viajar, debéis solicitar la visa de entrada y para que no es llevéis una sorpresa al llegar al aeropuerto para embarcar, llevad impreso en papel el visado con una fotografía.
Durante los primeros días del viaje se reunía en Delhi el G20. Toda la ciudad estaba llena de carteles dando la bienvenida a las autoridades mundiales y el centro de ciudad, tomado por las fuerzas de seguridad. Así que, si de forma habitual es difícil circular por el centro, en esos momentos era muy complicado desplazarse en autobús. Pero logramos visitar la mezquita de Jami Masjid, el Templo sij de Gurdwara Bangla Sahib y la Tumba de Humayún.
La mezquita de Jami Masjid
En el centro, en Old Delhi, encontramos una de las mezquitas más grandes de India, construida por el emperador mogol Shah Jahan en el siglo XVII. Según cuentan, más de 5.000 obreros trabajaron durante 6 años para completarla. Sobre un promontorio natural se alza la imponente mezquita de piedra roja y mármol blanco, y cuenta una grandiosa escalinata que conduce a una de las tres entradas, cada una de ellas con unas elegantes cúpulas, 4 torres y 2 minaretes de unos 40 metros de altura. En el patio caben hasta 20.000 personas en las oraciones del viernes. Durante todo el día en Delhi alguien nos pide que nos saquemos una foto.
Templo sij de Gurdwara Bangla Sahib
Visita imprescindible en Delhi. Se le reconoce por su cúpula dorada y el mármol blanco del conjunto. Tiene en su interior una copia del libro sagrado y sirve como un punto de encuentro, incluyendo la recitación del libro y el canto en unas vistosas ceremonias.
Visitamos algunas de sus numerosas estancias, como la sala de oración, la cocina, y por supuesto, el comedor, al que todo el mundo está invitado independientemente de la religión que profese.
Tumba de Humayún
Terminamos el día en el precioso parque de la tumba de Humayún. Considerado el antecesor mogol del Taj Mahal es Patrimonio de la Humanidad desde 1993. Construido en el siglo XV, está hecho de arenisca roja y con adornos de mármol. Es una de las joyas del arte islámico. En las tumbas de sus cámaras descansan las esposas de Humayún y Dara Shikoh, el hijo erudito del emperador Shah Jahan y la tumba del barbero predilecto de Humayún.
No hay comentarios:
Publicar un comentario